viernes, 5 de febrero de 2010

DESEO CUMPLIDO

Fue una noche demasiado larga, vi el cielo aclarar por la ventana y escuche los primero ruidos del amanecer en un hospital.

Había llorado toda la noche, preguntándome ¿por que a mi?, pero todas las respuestas que pude encontrar solo me culpaban, yo era la única culpable de lo que estaba pasando.

Pasaban los minutos y un rayo sol entró por la ventana dandome justo en los hinchados y enrojesidos ojos, en ese momento entraba en la habitación una chica de unos 20 años, la traían en silla de ruedas y estaba llorando, fue colocada en la cama vacía; cuando se fueron las enfermeras me preguntó, ¿amiga tu no sabes por donde están las incubadoras? , yo solo escribí, NO, y ella, entre llantos me dijo, mi hijita esta mal, y no me quieren decir que tiene, quiero verla; yo no sabia que decirle o escribirle para que se tranquilice, pero no fue necesario, porque en ese momento entró su esposo quien no pudo contener mas el llanto, la abrazó sin hablar, y ella emprendió la mala noticia, su bebe había muerto; mi vientre se contrajo y con un dolor en el pecho, no pude contener las lágrimas, y así en medio de tanto dolor ajeno, me di cuenta de lo afortunada que era; mi hijo estaba vivo, ...vivo a pesar de haber estado muy grave, yo estaba viva después de todo lo que había pasado. Tal vez solo tendría un solo hijo en mi vida, ¡y qué!.

Yo había estado tan cegada por mi pena, que no había recordado mi petición hecha deseo.

Ya todos sabían que estaba embarazada, yo no había llevado ningún control pre natal; los días pasaban y tuve miedo de que mi hijo naciera enfermo o con algún problema irreparable, por culpa de mi irresponsabilidad; es por eso que una noche, agobiada por el temor, abrace mi vientre y con los ojos cerrados dije: Dios, tal vez tú ni sepas de mí, yo nunca rezo ni nada parecido, pero si estas ahí, te pido una sola cosa, que mi hijo nasca sano y completo, quiero verlo crecer, por favor, te lo ruego, te pido que ya no me des mas hijos, pero que este pequeño que va a nacer este sano por favor...

Esa fue mi petición y mi ruego, yo sabia lo que estaba diciendo, obviamente no estaba segura de si Dios me escucharía, ni siquiera si existía, pero en ese momento sabía lo que estaba decidiendo, yo estaba decidiendo no tener mas hijos, a cambio del bienestar de mi bebé.

Fue lo que pedí y fue lo que tuve. Hoy después de tantos años, todavía sigue doliendo como la primera vez que me dieron la noticia, pero no me arrepiento de la petición que hice, por que cada vez que veo a mi hijo, ahora, ya grande, sano y fuerte, sé que valió la pena.

A partir de ese día, cuando me di cuenta de lo afortunada que era al tener a mi hijo vivo y sano; decidí entregarle todas mis fuerzas, él seria la razón de mi vida, cada paso sería pensando primero en su bienestar.

Cuando llegaron mis padres, a la hora de visitas, yo estaba mas tranquila, y quise parecer resignada, verme así, los tranquilisó mucho, y nunca mas hablamos del tema.

Jamas hablamos de lo vacío y sin valor que sentía que era mi cuerpo. Tampoco sabrian que me prometí a mi misma, que jamas arrastraria a nadie, a compartir el mismo calvario que yo, por que esta es mi carga y mi cruz.

Ademas, hablando con franquesa, ningun hombre compartiria su vida, con una mujer que no puede darle hijos, pequeños mounstruos con un parecido a el, jajaja.

Los dias pasaron, poco a poco pude hablar otra vez, mi caminar era como de un anciano, pero ya estaba mas fuerte, pero el dia mas emocionante fue cuando por fin pude alimentar a mi hijo, yo misma.
No puedo decir que los dias pasaban sin darme cuenta, por que fueron los dias mas largos de mi vida, y los mas aburridos, pero gracias a Dios, llegaron a su fin.
Cuando me dieron de alta, casi tuve el impulso de salir por la puerta, diciendo, AH QUE BIEN, TONS CHAU DOC, NO FUE UN PLACER CONOCERLO, YA ERA HORA QUE ME DEJARAN SALIR. y salir corriendo.
Ya no veia las horas de que llegara mi padre, queria salir de ese lugar lo mas pronto posible, y asi fue, horas despues, ya estaba en casa.
Por fin habian terminado mis dias de cautiverio, y lo mejor de todo fue que, una gran sandia helada, me esperaba lista para ser devorada.
Todo fue muy agitado para mi estado, apenas pude resistir hasta las 4:00 de la tarde, con el cuerpo agotado y cansado, dormí como roca.
Otra vez en mi casa, lejos de los pinchasos diarios para sacarme sangre, vuelvo a mi realidad.
...la pregunta ahora es....¿y ahora que hago?
Cuando la realidad te golpea en la cara, y no sabes que hacer, solo queda un camino por tomar...
....................
CONTINUARA...

No hay comentarios:

Publicar un comentario